Sexo o ejercicio físico: ¿difícil elección?
Buscando un artículo en mi antiguo blog, me he encontrado con esta entrada que escribí allá por el 2014 (como pasa el tiempo): ¿Es posible sustituir el ejercicio físico por sexo?.
Si en este artículo buscas adelgazar a base de relaciones sexuales, creo que puedes dejar de leer, pero si sigues interesado en lo que te voy a contar sigue adelante.
“El esfuerzo físico que supone subir por las escaleras hasta un segundo piso es similar al que se hace cuando se está realizando el acto sexual. Mucho o poco, el sexo supone también ejercicio físico, pero cualquier actividad que implique mover el cuerpo, lo es ya de por sí. Por tanto, los expertos recuerdan que no es buena idea pensar en el sexo como una simple parte de una tabla de ejercicios.
“La actividad sexual, aunque supone un ejercicio físico, no tiene en sí misma como fin la realización de ese ejercicio. Sus componentes esenciales son otros y están vinculados a la erótica y al placer“.
Asegura Carlos San Martín Blanco, doctor en Medicina, sexólogo y director del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA de Santander, en este reportaje del El Mundo.
De este modo, es erróneo el mensaje de ‘sexo para adelgazar’. Si tenemos en cuenta que la actividad sexual puede oscilar desde una relajante sesión de caricias, hasta una actividad física intensa, dependiendo de las prácticas y posiciones,
“resulta muy poco apropiado recomendar el sexo de forma genérica para adelgazar, como se podría recomendar una hora de caminata al día o 30 minutos de bicicleta”,
Añade al artículo, la doctora Ana Rosa Jurado, sexóloga del Instituto Europeo de Sexología en Marbella.
Además, ya deberías saber que, lo que cada persona necesita para adelgazar depende de múltiples factores (edad, condición física, sexo, etc) que se han de valorar para saber qué tipo de ejercicio físico hay que recomendar.
Problemas cardiovasculares
En algunas afecciones cardiovasculares, existe una preocupación por parte de los pacientes y de sus parejas a reanudar la actividad física. Sin embargo, según la evidencia científica, no hay que tenerle miedo al sexo después de un infarto. Tras un periodo de tiempo razonable, el paciente tiene que saber que cuando note que su cuerpo está preparado para hacer ejercicio físico, como caminar o pasear, también lo estará para la actividad sexual.
Algunos estudios (estudio, estudio) han intentado medir el gasto energético o los efectos que la actividad sexual supone, y aunque es difícil esta medición ya que existe gran variabilidad en los encuentros sexuales humanos, se ha tomado como referencia la actividad coital heterosexual en parejas estables.
“La mayoría de los estudios coinciden en indicar que el gasto metabólico que supone un coito vaginal en estas condiciones estaría alrededor de los 6 METS (1 MET es el gasto metabólico o consumo de oxígeno en reposo, y todas las actividades físicas se pueden expresar como múltiplos del MET)”,
Por tanto, en el caso de los pacientes cardíacos, subraya la especialista, cuando pueden someterse a un ejercicio físico que suponga ese gasto metabólico -equivalente a subir andando a un segundo piso-, se supone que también pueden reanudar su actividad sexual.
Está claro, por tanto, que practicar ejercicio físico y hacer deporte contribuye a mejorar nuestra salud y, por ende también, nuestras relaciones. Pero los especialistas insisten: “el sexo a pesar de suponer una actividad física por el simple hecho de estar moviéndote) no tiene esa finalidad en sí mismo”.”
¿quieres calcular las calorías que gastas en tu actividad sexual?, y más aún, ¿quieres compararlas con diferentes alimentos o actividades físicas?, aquí te dejo una curiosa calculadora.
¡A disfrutar!
Fuente: http://www.elmundo.es/